Cada vez nos sorprendemos menos cuando nos hablan de los perfiles falsos que navegan por las RRSS.
De hecho, fueron perfiles falsos los portadores de las famosas noticias – falsas - que supuestamente manipularon las elecciones americanas en 2016 y que han puesto en duda la integridad del proceso electoral de la primera democracia del mundo.
Y es que la presunta manipulación de la información en la red ha llevado, incluso, a que el CEO de Facebook declarara en el Congreso de los Estados Unidos en 2018 con motivo de la supuesta filtración de datos en relación con el caso de Cambrigde Analityca que con minería de datos era capaz de “manipular “ información que hacía circular por las Redes Sociales.
Pero no hemos de ir tan lejos para saber que, en un espacio digital infinito y universalmente accesible como son las Redes Sociales, la mentira y la tergiversación pueden ocultarse tras una fachada de veracidad y verosimilitud.
Pasados ya 18 años desde la fundación de Facebook en 2014, los que lo recordamos, sabemos el impacto que causó y somos testigos de cómo ha revolucionado el mundo de las relaciones sociales.
De hecho, asistimos al nacimiento de la primera generación de nativos digitales que han usado las Redes Sociales para comunicarse con otras personas desde que, prácticamente, pudieron acceder a un teléfono móvil.
Y aunque muchos padres se opusieron en un principio a que los niños tuviesen teléfono celular a una edad temprana, acabó venciendo la tecnología y en la actualidad, a partir de los 12 años, ya podemos afirmar que casi todos los niños tienen móvil.
Somos conscientes de la necesidad de proteger a los más jóvenes de la influencia de las malas conductas en las Redes Sociales y asegurarnos que no caigan en manos de delincuentes o sufran Cyberstalking – ciberacoso -.
Pero no sólo los niños son susceptibles de caer en el engaño de personas mal intencionadas, sino que esto afecta a todos los usuarios de internet de una manera u otra.
Si bien no siempre constituye delito, causan a menudo molestia y decepción.
Muchos adultos utilizan las Redes Sociales para conocer gente, una forma de “ligar” habitual entre los Millenials y que muchos adultos han tenido que adoptar para ponerse al día.
No es fácil adaptarse a los cambios y eso que España es uno de los países más digitalizados del mundo y que mayor interacción tiene en el Universo digital. Ya tenemos 8 millones más de usuarios en las RRSS.
En este informe de Hootsuite, You Tube sigue liderando el número de usuarios, pero curiosamente es Pinterest el que más está despuntando.
Nos encontramos con un dato sorprendente:
"Para más de la mitad de los españoles (65,1%) su mayor preocupación online es no saber reconocer las fake news"
Y es que es realmente sencillo construir un perfil falso en internet, cualquiera puede hacerlo, solo hay que acceder a esta página: https://es.fakenamegenerator.com/ donde puedes obtener un perfil con datos personales como el nombre, dirección, edad, estudios, profesión, etc : añadiendo una fotografía generada por IA en https://generated.photos/ ya tienes un perfil completamente falso para insertar opiniones en las RRSS.
Esto no quiere decir que sea legal; de hecho estas páginas te advierten claramente que no son para uso comercial y además, no todas las usabilidades son gratuitas.
Incluso puedes llegar a comprar comentarios.
Así todo, no es un requisito indispensable recurrir a este tipo de páginas para fingir ser alguien que no eres con el fin de engañar.
Sabemos lo fácil que resulta con una tarjeta de crédito comprar seguidores de Instagram, que aun estando generados por Bots, pueden ayudar a escalar en el camino de la fama y el dinero, aunque las grandes empresas de moda o belleza tengan ya su medio de detectar “presuntos” seguidores no reales.
Os recomiendo que veáis el documental de la HBO “Fake Famous” que muestra cómo se puede experimentar con las RRSS para hacer famoso a un perfecto desconocido y que pueda ganar dinero con ello.
En este documental, tres jóvenes voluntarios se ofrecen a realizar este experimento social para hacerse famosos en internet y alcanzar sus sueños. Sin embargo, no todos parecen ser felices con el incremento de popularidad, y es que entrar en el juego también tiene sus sacrificios, detalle ignorado por muchos.
Los seres humanos somos por naturaleza bastante crédulos y unas fotos de Instagram o Facebook de una persona con un nombre normal haciendo una vida normal suelen inspirarnos confianza.
A mi me sorprende escuchar a mujeres de mediana edad que han conocido a un chico estupendo en Facebook, curiosamente (parece que esté de moda) francés, atractivo, deportista, médico, viudo con hijos, que tiene pensado viajar pronto a España para montar un negocio y encontrar aquí, de paso, al amor de su vida.
¿Es que no hay mujeres en Francia?
La mayoría de estos perfiles no tienen cuenta en Instagram o Linkedin, incluso en Whatsapp y suelen utilizar herramientas como Hangouts de Google para la comunicación directa.
Para una mujer que se siente sola y busca pareja en internet, puede resultar sencillo caer en una trampa así, ya que a veces se establece una “supuesta relación” durante meses con una intención aparentemente sincera e inocente que acaba resultando un engaño , pudiendo llegarse al delito de usurpación de identidad, considerado acto delictivo, denunciable y punible.
Sin llegar a esos extremos, sabemos que hay personas que se “divierten” engañando o fingiendo ser alguien que no son, los motivos son variados y no siempre tienen una intención delictiva.
Hombres o mujeres casados que fingen que no lo están e incluso personas que se ocultan tras una imagen engañosa o una sexualidad falsa.
Y es que las nueva forma de ligue y flirteo en el siglo XXI pueden llegar a ser muy estresantes.
Tinder, la red social más famosa del mundo para citas tiene ya más de 50 millones de usuarios en el mundo.
Y aunque resulte difícil de creer, no sólo es posible que las personas oculten su auténtica personalidad en Tinder, sino que también está inundada de perfiles falsos
Un estudio de la Universidad de Arizona dice que un 23% de los perfiles de esta plataforma de ligue son Bots.
El engaño causa estragos en la sensibilidad humana.
Me pareció muy triste escuchar a una chica preciosa de la ciudad de New York - en el documental de HBO “ Ligar en la era digital” - a quien ligar le producía un gran estrés, ya que una vez que conocía a alguien por Tinder y quedaba con él, tenía que “investigarle” en Instagram durante horas para descubrir finalmente que tenía novia o estaba quedando con otras mujeres.
Este tipo de páginas de citas saben muy bien cómo recompensar a la mente humana ofreciéndoles “match” con personas de aspecto interesante y abrirles la esperanza a un mundo infinito de posibilidades de ligoteo.
¿Por qué voy a escoger solo a una/uno si tengo la posibilidad de ligar con miles de personas?
Pensemos lo que puede ser Tinder un sábado por la noche en la ciudad de New York.
Sin embargo, el medio no hace a las personas.
Las redes sociales sólo son un canal para comunicarse y su uso adecuado depende de nosotros.
No todas las personas que están en la red son malas o falsas y no es imposible hacer amigos a través de las Redes Sociales.
Al contrario, la tecnología ha “democratizado” el mundo dando acceso a gran cantidad de información que es compartida de forma altruista.
Pero como tantas otras cosas, internet tiene dos caras y debemos saber comportarnos.
Si somos responsables, puesto que no nos gusta ser engañados, no debemos engañar.
Ante todo, ser prudentes, informarse bien y mirar primero nuestro interior.
Si estamos insatisfechos, tristes, ansiosos o deprimidos, podemos ser presa fácil convirtamos en víctimas de los depredadores, que cuando van a cazar escogen siempre a la víctima más débil de la manada y sino, observemos a las leonas.