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  • Foto del escritorPilar Paredes

La era del DATAMARKETING

Actualizado: 24 oct 2020


Comenzamos una nueva década, 2020 y seguimos leyendo noticias de nuevos estudios e investigaciones en IA, informes sobre las últimas aplicaciones del IoT, o cómo las empresas se apuntan al blockchain para reforzar la seguridad de las transacciones.


Los grandes bancos, el sector médico, los seguros y empresas de distribución están invirtiendo en estas tecnologías y buscando el modo de aumentar la productividad y la eficiencia de sus negocios.


¿Para qué? Pues para ganar más dinero y mantenerse más tiempo en el mercado. Las grandes empresas saben que no pueden dejar pasar esta época mirando hacia el otro lado y seguir como hasta ahora.


La tecnología ha democratizado el mundo.


Esto lo experimentamos los consumidores y los usuarios.


El acceso a la información es universal y para todos. Tenemos en nuestro poder un arma como nunca habíamos tenido antes.


Todo está en la red.


Las formas de comunicación entre las personas han cambiado, o mejor dicho, han aumentado, tenemos nuevas posibilidades de comunicarnos y esto ha influido en la forma ya no solo de trabajar, sino de estar en el mundo y de relacionarnos con otros seres humanos.


¿Recordáis cómo nos levantábamos por la mañana en 1994?


Pues la mayoría de la gente apagaría el despertador manualmente, saltaría de la cama hacia la ducha, desayunaría, bajaría al garaje y se montaría en el coche para ir a su trabajo a 15 km de su casa; es un ejemplo.


En 1994 vi a una mujer hablando por un teléfono móvil por primera vez. Un aparato de tamaño considerable en un aeropuerto internacional. Me pareció tremendamente “cool” y poderosa.


En apenas dos años, todos teníamos teléfono móvil y nuestra primera cuenta de correo electrónico.


En el año 1998 algunos, aún conseguíamos clientes a través del telemarketing y rellenábamos papeles con la información de los mismos en unas carpetas que se llamaban expedientes y contábamos el número de las mismas para saber cuanto iba aumentando nuestra cartera.


Manejar la información sobre tus clientes y archivarla era un tesoro que había que guardar con esmero, pues de esos clientes iban a salir los siguientes clientes y la siguiente venta, éramos conscientes de la importancia de esa información.


En los 90 los bancos y las grandes corporaciones ya tenían registrados en sus potentes ordenadores los datos de todos sus clientes.


Y en el año 2000 ya todos teníamos un ordenador en el trabajo y hacíamos nuestras gestiones y tareas a través del correo electrónico.


Internet nos trajo el acceso a la información, pero también el requerimiento de la misma, pues abrir una cuenta de correo en hotmail ya imponía registrar quién eras y dónde estabas.


Recabar datos siempre fue imprescindible, el gran avance fue que la tecnología nos permitió guardarlos en mayores cantidades y acceder a ellos de forma mucho más simple.


Ahora decimos que las grandes empresas tienen nuestros datos pero también nosotros obtenemos los datos de los demás.


Se dice que el conocimiento global del mundo viene dado por la cantidad de información que puedas manejar. Por eso se habla de Bigdata y de Datascience.


Necesitamos conocer, analizar y gestionar bien esa información adecuadamente para nuestros fines.


Las empresas saben que la información es el nuevo petróleo y la mejor fuente de conocimiento para saber si un producto se debe sacar o no al mercado.


Antes las empresas recurrirían a investigaciones de marketing basadas en encuestas y estadísticas, que poseían los datos de diversos segmentos de población, etc.


Ahora las empresas recurren a expertos en analizar esos datos y a profesionales del negocio que los interpreten y establezcan las estrategias adecuadas para vender más, sobrevivir a la competencia y mantenerse en el tiempo.


El marketing siempre fue una disciplina que sonaba a falsa, ya que utilizaba “trucos” para “atacar a” nuestras emociones y “obligarnos” a comprar ciertos productos que no necesitábamos.


Y así se sostenía la economía mundial del consumo.


Podemos estar de acuerdo o no con esta afirmación. Yo no la apoyo al 100% aunque sí admito que el conocimiento de la información con un uso inapropiado de ella se llama manipulación.


Pero volvamos al dato:


• ¿Quién conoce el mercado?


• ¿Quién analiza al cliente?


• ¿Quién observa y estudia a la competencia?


• ¿Quién puede obtener datos sobre las tendencias y el comportamiento de los usuarios en las Redes Sociales?


• ¿Quién puede establecer una estrategia para conseguir los objetivos de ventas de la empresa basándose en el estudio de los consumidores?


• ¿Quién te puede decir que la visión que tienes en estos momentos no es la adecuada?


• ¿Dónde encontramos las respuestas a estas cuestiones?


En el dato


• ¿ Y quién puede interpretar los análisis del dato tras establecer unos objetivos del negocio y definir la estrategia adecuada?


El departamento de marketing.


¿Por qué las grandes empresas están aumentando gran parte de sus presupuestos a este departamento e invirtiendo en nuevas tecnologías y talento para analizar las grandes cantidades de información que proceden no ya de una fuente de información sino de miles de ellas y muchas tan vivas como las redes sociales que hablan y hablan 24 horas al día?


La respuesta supongo que es obvia.


Aparece la nueva figura del científico de datos, que aunque cuesta encontrar una definición precisa, sospechamos que se trata de un perfil transversal: alguien que sabe de programación, de estadística, de matemáticas, de negocio, que conoce herramientas de BusinessIntelligence como PowerBI o de BigData como Hadoop, Pentaho, Weka y se maneja con las bases de datos relacionales y no relacionales, etc, etc.


Pero resulta que no es posible tener todo este conocimiento en una sola persona, sino que conviene y se comparte el conocimiento en equipos de profesionales que utilizan metodologías ágiles para analizar, estudiar la empresa por dentro y por fuera. Investigar el CRM, obtener información del histórico de los clientes, trabajar en las necesidades de mejora utilizando las herramientas más precisas.


Extraer datos, organizarlos, presentarlos.


Unir la técnica con el conocimiento del negocio, con la experiencia del que conoce el mercado, con la del que tiene la visión, con la del que establece los objetivos de la empresa.


Hablamos de organizaciones que quieren situarse por delante de su competencia y que no esperan a que ésta dé un paso para darlo también.


Las empresas grandes y no tan grandes pero que tienen muy claro que ya tenemos la tecnología y que ahora sólo importa sacarle el mayor provecho, buscan el talento y la comunicación, escuchan, trabajan en equipo y sientan a la misma mesa al #comercial, al #financiero, al #gerente, al datamanager y al de #marketing porque saben que la información es poder y gracias a ella sus negocios se mantendrán y prosperarán.


Estamos en la era del BigData, sí, pero después de demostrar las ventajas de la tecnología para los negocios:


Entramos de lleno en la era del DATAMARKETING.

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